lunes, 12 de enero de 2015

El Ozono en Odontología



EL OZONO EN ODONTOLOGIA


La utilización de gas ozono también contribuye favorablemente a la terapia de las variantes superficiales de la caries, favorece la cicatrización y epitelización y contribuye a la profilaxis profesional. Svea Baumgarten, Dr. med. dent., M Sc, implantóloga reconocida, informa sobre sus experiencias con ozono.

El gas ozono es un eficaz desinfectante superficial para instrumentos, implantes y prótesis. La descomposición espontánea y catalizada de esta molécula la convierte en una sustancia ideal para su uso en la cavidad bucal durante intervenciones quirúrgicas. Gracias a sus propiedades biofisiológicas positivas, favorece la cicatrización y epitelización y refuerza los principios anti radicales naturales de las células (por inducción enzimática). 



El gas ozono también contribuye a la profilaxis profesional. Es el caso de una periodontitis marginales grave en la zona anterior del maxilar superior, en la que se obtiene una mejora clínica impresionante mediante el empleo repetitivo de gas ozono. Está demostrado que la utilización de gas ozono también contribuye favorablemente a la terapia de las variantes superficiales de la caries (caries de fisuras, oclusal y radicular). Los primeros resultados indican que el ozono también sirve para el tratamiento de periimplantitis e infecciones endodóncicas.
 Es más biocompatible y menos citotóxico que el hipoclorito de sodio.


Introducción

Sorprende comprobar que tras la Segunda Guerra Mundial se utilizase profusamente el ozono en odontología, a pesar del escaso confort tecnológico de los dispositivos generadores de ozono disponibles entonces. Los cirujanos orales y dentistas utilizaban ozono para combatir las complicaciones infecciosas en pacientes con implantes. Uno de los protagonistas de la terapia de ozono fue Sandhaus en Zurich, que desarrolló un "Ozonisator" para el uso simultáneo de gas ozono y de agua ozonizada.

En una contribución a Zahnärztliche Praxis1 presentó dos casos de implantes con mucositis agresiva y empiema palatino. En el primer caso utilizó métodos de limpieza profesionales, irrigación con agua de ozono y series de aplicaciones de gas ozono. En el segundo caso efectuó una incisión para drenar el absceso y realizó enjuagues con agua de ozono e insuflaciones de gas ozono en la zona infectada de la submucosa. Estas medidas se repitieron diariamente durante una semana. Las complicaciones infecciosas de ambos casos se combatieron con éxito.

Koch2 publicó un resumen de la aplicación de ozono en implantología práctica. Entre 1969 y 1974 se practicaron 618 implantes a 289 pacientes. Las revisiones periódicas indicaban un índice de fracasos a largo plazo del 3,8 %. Todos los implantes realizados con éxito se habían beneficiado de la aplicación de agua de ozono pre-, peri- y post-operatoria. Koch presintió que el índice de integración de implantes con éxito se debía a la aplicación del ozono (por ejemplo, OzonyTron, Mymed, Töging/Alemania, HealOzone, KaVo, Biberach/Alemania und Prozone, W&H, Laufen Obb./Alemania), la utilización de ozono en odontología ha vuelto a popularizarse durante los Ozono como desinfectante durante los últimos años.

Ozono como desinfectante

La periodontitis y la periimplantitis son propiciadas o incluso causadas por patógenos microbianos, entre los que se cuentan gérmenes anaeróbicos gramnegativos y gérmenes aeróbicos grampositivos oportunistas7. Estos gérmenes periodontopatógenos forman películas bacterianas (placas) en los intersticios entre las sustancias duras y los tejidos blandos de la cavidad bucal, así como en sistemas de diálisis y de agua para uso odontológico. Dentro de estas biopelículas, las bacterias son resistentes tanto a los mecanismos de defensa propios del huésped como a los antibióticos sistémicos.


Documentación del caso:
Fig. 1: Ortopantomografía



Fig. 4: Ilustración del producto (Prozone)


Tratamiento eficaz con el generador 
de ozono de W&H


El generador de ozono de W&H (Prozone) se distingue por su sencillo manejo y por su seguridad de funcionamiento (dosificaciones predefinidas compatibles con el tejido para aplicaciones de periodontitis y endodontitis). Gracias a sus accesorios plásticos intercambiables (puntas Perio y Endo), el dispositivo Prozone garantiza la higiene en procedimientos de gasificación de bolsas. No se precisan tratamientos contra el dolor, ya que el ozono desarrolla propiedades analgésicas (en las fibras C de conducción lenta).



El gas ozono puede utilizarse para terapias coadyuvantes a procedimientos establecidos o como monoterapia en casos de periodontitis.
¿Cómo se explican los efectos del ozono En ambientes acuosos (líquido intersticial), el ozono disuelto reduce la carga microbiana y disminuye la materia orgánica. Facilita la cicatrización mediante la desinfección y la inducción de mecanismos biofisiológicos positivos en el tejido (aumento del rechazo de radicales, inducción de proteínas de fase aguda, mejora de la inmunidad natural, incremento de la síntesis y liberación de factores de crecimiento, mejora de la microcirculación, aumento de la carga oxigénica de los eritrocitos, aceleración de la regeneración epitelial). El ozono disuelto en agua es asombrosamente biocompatible y menos citotóxico en las células bucales que otros desinfectantes establecidos (como el hipoclorito de sodio). 

El gas ozono es un medio descontaminante superficial muy eficaz (ver Oizumi y otros 9) para prótesis extraíbles. El 90% de los estreptococos (s. mutans) y estafilococos (s. aureus) se habían desactivado en el plazo de 1 minuto. Al cabo de 3 minutos de exposición ya no pudieron detectarse gérmenes patógenos.

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